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E R:
Voy a hablar tranquilo pero corto. Hay una ley en las presentaciones de libros según la cual cuanto más largo es el libro presentado, más cortas son las presentaciones. Voy a seguir esa ley:
Voy a hablar tranquilo pero corto. Hay una ley en las presentaciones de libros según la cual cuanto más largo es el libro presentado, más cortas son las presentaciones. Voy a seguir esa ley:
Yo vengo aquí como un lector de Bombardero, como una persona que lo ha leído, que le ha gustado. Y a explicar por qué me ha gustado y por qué me parece importante. Estas dos cosas, sobre todo. A mí me interesa Bombardero porque es un texto vanguardista y yo me he dedicado a estudiar en literatura los textos vanguardistas. Y es en el vanguardismo donde he encontrado una afinidad, una familiaridad.
¿Qué quiere decir vanguardismo en este caso? Quiere decir que es un libro que quiere apurar vertiginosamente la llegada de una modernidad a la conciencia cultural peruana. Quiere cortar camino, apurar las cosas y volvernos a todos los lectores más modernos.
No es la primera vez que se ensaya y es un camino dificil y duro. Como decía en una frase inmejorable Aníbal Quijano, refiriéndose al vanguardismo de los años 20: "el vanguardismo es un intento de hacer imágenes crocantes, eléctricas, en un ambiente húmedo donde todo, comenzando por las galletas, se vuelve blando y después blandengue".
Pero los textos vanguardistas sobreviven a eso. Y este es un texto, pues, como Cinco metros de poemas --que está en el otro extremo, que es un texto corto y que extrañamente también tiene físicamente, y más que físicamente, a Nueva York en el centro de su preocupación en el año 1927--. Y este intento de apurar la modernidad tiene a su vez un parecido con la idea del bombardero, no solo el bombardero de Nueva York, todo bombardero tiene la urgencia de acelerar lo más posible la llegada de su carga a su destino. El bombardero necesita bombardear, efectivamente, y un libro como éste necesita llegar a la gente.
Y ese es, de alguna manera, uno de los dramas de esta obra. Porque aquí somos pocos y probalemente los compradores son pocos. Y probablemete los lectores son pocos. Y lo serán por un tiempo, porque un libro vanguardista es una de las cosas más difíciles, ¿no es cierto?, de imponer en un medio, de hacer llegar a un público. Y eso hace de nuestra reunión de hoy particularmente interesante, como las que han habido en el Británico y las muchas que habrán en el futuro.
Esta idea de traer la modernidad, de entregarla, de tratar de proponérsela al país, es finalmente el juego conceptual que ilustra el libro entero de César Gutiérrez. Y es una experiencia transformadora, creo yo. Creo que, una vez leído, uno puede escuchar cómo el libro sigue cayendo a través de nuestra curiosidad y manteniéndose en algún punto de ella.
Porque con un libro tan novedoso, tan denso, tan lleno de niveles y subniveles, uno siempre se queda y se va a quedar --como en otros libros vanguardistas que ya mencionaré-- con la idea de que algo no ha llegado, de que algo no hemos comprendido.
Es, por lo tanto, un libro para la relectura, mucho más que un libro para el entretenimiento. Le iría muy bien si fuese un libro que se pueda leer de un tirón. A Dios gracias todavía hay libros que no se pueden leer de un tirón.
Y en este caso la modernidad que Gutiérrez quiere apurar, trasladar y transportar es eso que ahora se llama "el tiempo real radical". Es decir, este presente absoluto que existe como una perplejidad en movimiento y que es inalcanzable por definición y que está definida, sobre todo, por la revolución tecnológica de las comunicaciones.
Pero no solo eso, también hay presente real en las relaciones personales, en las relaciones laborales, en todas partes vemos que hay una especie de presente absoluto que, como se puede ver en el libro, se chupa el pasado y empieza a avanzar sobre el futuro desde ahora. Se va comiendo pedazos de futuro hacia adelante.
Esto Gutiérrez lo entiende perfectamente bien como una revolución paralela de los sentidos, de los mercados y de los ritmos. Estas tres cosas --sentidos, mercados, ritmos-- creo que son finalmente los personajes en el libro. Y es notable, por lo menos en mi lectura, que haya logrado que tres cosas tan abstractas cobren una realidad y nos mantengan curiosos por saber qué nuevo giro, sentido, mercado y ritmo van a tomar más adelante.
Y en esa medida el libro también es la introducción a un mundo que ya conocemos. Como es un libro que se asienta en el presente absoluto, es evidente que conocemos los acontecimientos, conocemos las marcas, conocemos muchas de las cosas sobre los personajes; sin embargo, no lo conocemos de la manera en que Gutiérrez lo presenta. Y eso es un desafío tremendo. Porque, claro, presentar mundos que no conocemos es un arte. Y es un arte que nos ha mantenido en muchas novelas. Pero leer a través del mundo cotidiano, del mundo familiar, del mundo de todos los dias, es realmente una cosa complicada. Y hacerlo a través de tantas páginas, muchísimo más.
Yo compararía el libro y al autor con James Joyce en 1918 y con William Burroughs en 1959, hasta los años 70; es decir, Ulises, libro incomprensible en su momento que tuvo la suerte de ser prohibido y de ser censurado. Pero fuera de eso fue mucho más censurado que leído, en un primer momento, porque era difícil, era complicado. Y que levante la mano aquí la persona que pueda decir que ha leido el Ulises completo de una manera racional y razonable. Sigue siendo una experiencia complicada.
Y lo mismo en el caso de William Burrougs con su famoso El almuerzo desnudo de 1959. Y como ellos, Gutiérrez ha pensado, ha considerado, que se puede acelerar la llegada bombardeadora de la realidad a través de una relación subversiva con el lenguaje. Y, en efecto, yo creo que se puede. Yo creo que esa es una de las maneras en que la modernidad --no la modernización, que está toda en los almacenes de Hiraoka--, la modernidad, que es la que está en nuestras conciencias, llega a través de la subversión del lenguaje.
Y para este trabajo, el autor precisa mundos paralelos al suyo, mundos que no son solo el mundo de su lenguaje sino que son los mundos que se abren en este universo inmenso --con mil páginas creo que se puede decir inmenso--, universo de citas, alusiones, juegos, frases, donde todo el mundo va a encontrar su límite. Va a encontrar que Gutiérrez, como una especie de oráculo del presente, del presente absoluto y del mercado, siempre está hablando más allá de lo que nosotros vivimos como experiencia personal. Y ese es un pleanteamiento riesgoso porque es un libro que al menor descuido, en cualquier momento, se puede salir de la literatura.
¿Y dónde encuentra esos mundos paralelos Gutiérrez? Yo pienso que los encuentra en esos presentes irónicos y absolutos de autores como Kurt Vonnegut, William Gibson, algo de Philip K. Dick y, ciertamente, David Mamet en su famoso Radiograma sobre el 9 de setiembre. Un mundo de citas y refrencias herméticas que no son, definitivamente, para los distraídos. Que son para los entendidos.
A Vonnegut, sobre todo al Vonnegut inventor del famoso planeta Trafalmadore, Gutiérrez le debe el manejo amable del humor y el entendimiento de que la ciencia ficción y el ejercicicio de la imaginación no son contradictorios, como estamos descubriendo cada vez más en el cine norteamericano. Pueden ir juntos.
A William Gibson, sobre todo al William Gibson de las novelas Neuromancer y Count Zero, y el célebre cuento "Burning Chrome", le debe Gutiérrez la visión de la tecnología como la saturación, en el sentido de la invasión del presente por parte del futuro. Es decir, "quemar a chrome", como en el cuento, como una versión de quemar Manhattan.
Y esta es la parte que a mí más me ha interesado: este deseo exitoso de muchos lugares de liquidar el futuro, de hacernos sentir en algún momento que ya para qué, que ya lo estamos viviendo. Y que no va a haber más de lo que estamos viendo ahora. Es una perspectiva nihilista, aterradora, ¿no es cierto?, poco esperanzadora, pero que produce muy buena literatura.
A William Burroughs le debe Gutiérrez, ciertamente, la idea del peligro, la idea de que todo este mundo novedoso de la tecnología es peligroso, no en el sentido reaccionario de la gente que dice "es peligroso el futuro, la cosa no es ya como era antes". No así. Es peligroso en el sentido de que, en el mundo que se viene, el peligro va a ser un elemento nuestro de cada día, si no lo es ya en algunos lugares. Y es Bourroughs y es Gutiérrez quien nos introduce a un mundo en el que casi uno podría decir la frase: "cómo podríamos vivir sin peligro".
El peligro, una vez más, como una necesidad, como el pan llevar, como una necesidad básica del ser humano que, como todo vicio de ese tipo, se necesita en dosis cada vez más fuertes.
De paso, Gutiérrez ha realizado una parte del sueño de Faulkner, quien en un texto de los años 30 reclamaba a su editor por qué en sus novelas no se podían usar colores distintos para distintos planos narrativos y para distintos personajes, de modo que hayan personajes que hablan en azul y ciudades donde todo es en rojo. O cosas de este tipo. Porque él creía que, con eso, se podía penetrar más a fondo en la explicación de las cosas.
Nunca lo pudo hacer, pero Gutiérrez se acerca mucho, gracias a la computadora, cuando nos introduce a la gráfica de los nombres de los personajes y las personas. Esto es --para quienes no han leído el libro o no se han acercado--, no hay una sola marca registrada o nombre propio comercial que circule, no hay ningún logotipo que no aparezca en el texto tal cual aparece en la publicidad, en los cartelones y donde los veamos. Visa como Visa y Cocacola como Cocacola. Esto le da una textura a veces complicada de leer en el texto, y creo que es mucho más que un amaneramiento gráfico o un capricho computacional. Es parte de la estructura central del autismo no poder despegarse de las imágenes y rechazar, de alguna manera, la escritura como secuencia lineal y preferir esta forma de comunicación inmediata, que son los logotipos precisamente.
Nosotros leemos frases pero miramos logotipos de una manera directa, de un solo golpe. Nadie mira Visa y lee "ve-i-ese-a". Visa es un logotipo familiar y la presencia de este tipo de invitación a una lectura distinta, creo yo, es una de las cosas que sostiene al lector en vilo, que lo mantiene en ese estado constantemente.
Sin embargo, es una apuesta complicada porque un texto vanguardista es un texto kamikaze, es un texto exigente hasta el desafío. Primero, exigente con el propio autor. Yo lo he leído completo, pero sostengo que no es indispensable para todos llegar hasta el final porque, sostengo, es un libro difícil de leer. Donde además, como quería Juan Acha en el caso del arte plástico, que él estudiaba, Acha decía: "saquemos al entretenimiento de la ecuación". El arte no está allí para entretenernos. El arte está allí para muchísimas otras cosas, pero no necesariamente para entretenernos. Y yo casi diría que para mí no ha sido un libro entretenido, ha sido un libro formativo, ilustrativo, emocionante y muchas cosas más.
Y lo mismo en el caso de William Burrougs con su famoso El almuerzo desnudo de 1959. Y como ellos, Gutiérrez ha pensado, ha considerado, que se puede acelerar la llegada bombardeadora de la realidad a través de una relación subversiva con el lenguaje. Y, en efecto, yo creo que se puede. Yo creo que esa es una de las maneras en que la modernidad --no la modernización, que está toda en los almacenes de Hiraoka--, la modernidad, que es la que está en nuestras conciencias, llega a través de la subversión del lenguaje.
Y para este trabajo, el autor precisa mundos paralelos al suyo, mundos que no son solo el mundo de su lenguaje sino que son los mundos que se abren en este universo inmenso --con mil páginas creo que se puede decir inmenso--, universo de citas, alusiones, juegos, frases, donde todo el mundo va a encontrar su límite. Va a encontrar que Gutiérrez, como una especie de oráculo del presente, del presente absoluto y del mercado, siempre está hablando más allá de lo que nosotros vivimos como experiencia personal. Y ese es un pleanteamiento riesgoso porque es un libro que al menor descuido, en cualquier momento, se puede salir de la literatura.
¿Y dónde encuentra esos mundos paralelos Gutiérrez? Yo pienso que los encuentra en esos presentes irónicos y absolutos de autores como Kurt Vonnegut, William Gibson, algo de Philip K. Dick y, ciertamente, David Mamet en su famoso Radiograma sobre el 9 de setiembre. Un mundo de citas y refrencias herméticas que no son, definitivamente, para los distraídos. Que son para los entendidos.
A Vonnegut, sobre todo al Vonnegut inventor del famoso planeta Trafalmadore, Gutiérrez le debe el manejo amable del humor y el entendimiento de que la ciencia ficción y el ejercicicio de la imaginación no son contradictorios, como estamos descubriendo cada vez más en el cine norteamericano. Pueden ir juntos.
A William Gibson, sobre todo al William Gibson de las novelas Neuromancer y Count Zero, y el célebre cuento "Burning Chrome", le debe Gutiérrez la visión de la tecnología como la saturación, en el sentido de la invasión del presente por parte del futuro. Es decir, "quemar a chrome", como en el cuento, como una versión de quemar Manhattan.
Y esta es la parte que a mí más me ha interesado: este deseo exitoso de muchos lugares de liquidar el futuro, de hacernos sentir en algún momento que ya para qué, que ya lo estamos viviendo. Y que no va a haber más de lo que estamos viendo ahora. Es una perspectiva nihilista, aterradora, ¿no es cierto?, poco esperanzadora, pero que produce muy buena literatura.
A William Burroughs le debe Gutiérrez, ciertamente, la idea del peligro, la idea de que todo este mundo novedoso de la tecnología es peligroso, no en el sentido reaccionario de la gente que dice "es peligroso el futuro, la cosa no es ya como era antes". No así. Es peligroso en el sentido de que, en el mundo que se viene, el peligro va a ser un elemento nuestro de cada día, si no lo es ya en algunos lugares. Y es Bourroughs y es Gutiérrez quien nos introduce a un mundo en el que casi uno podría decir la frase: "cómo podríamos vivir sin peligro".
El peligro, una vez más, como una necesidad, como el pan llevar, como una necesidad básica del ser humano que, como todo vicio de ese tipo, se necesita en dosis cada vez más fuertes.
De paso, Gutiérrez ha realizado una parte del sueño de Faulkner, quien en un texto de los años 30 reclamaba a su editor por qué en sus novelas no se podían usar colores distintos para distintos planos narrativos y para distintos personajes, de modo que hayan personajes que hablan en azul y ciudades donde todo es en rojo. O cosas de este tipo. Porque él creía que, con eso, se podía penetrar más a fondo en la explicación de las cosas.
Nunca lo pudo hacer, pero Gutiérrez se acerca mucho, gracias a la computadora, cuando nos introduce a la gráfica de los nombres de los personajes y las personas. Esto es --para quienes no han leído el libro o no se han acercado--, no hay una sola marca registrada o nombre propio comercial que circule, no hay ningún logotipo que no aparezca en el texto tal cual aparece en la publicidad, en los cartelones y donde los veamos. Visa como Visa y Cocacola como Cocacola. Esto le da una textura a veces complicada de leer en el texto, y creo que es mucho más que un amaneramiento gráfico o un capricho computacional. Es parte de la estructura central del autismo no poder despegarse de las imágenes y rechazar, de alguna manera, la escritura como secuencia lineal y preferir esta forma de comunicación inmediata, que son los logotipos precisamente.
Nosotros leemos frases pero miramos logotipos de una manera directa, de un solo golpe. Nadie mira Visa y lee "ve-i-ese-a". Visa es un logotipo familiar y la presencia de este tipo de invitación a una lectura distinta, creo yo, es una de las cosas que sostiene al lector en vilo, que lo mantiene en ese estado constantemente.
Sin embargo, es una apuesta complicada porque un texto vanguardista es un texto kamikaze, es un texto exigente hasta el desafío. Primero, exigente con el propio autor. Yo lo he leído completo, pero sostengo que no es indispensable para todos llegar hasta el final porque, sostengo, es un libro difícil de leer. Donde además, como quería Juan Acha en el caso del arte plástico, que él estudiaba, Acha decía: "saquemos al entretenimiento de la ecuación". El arte no está allí para entretenernos. El arte está allí para muchísimas otras cosas, pero no necesariamente para entretenernos. Y yo casi diría que para mí no ha sido un libro entretenido, ha sido un libro formativo, ilustrativo, emocionante y muchas cosas más.
Pero exige, exige y exige.
Más aun, mi sensación es que el primer capítulo, de alguna manera, cuenta toda la historia. Es probablemente --permítanme, somos pocos, una hipérbole--, probablemente uno de los dos o tres mejores primeros capítulos de una novela que yo pueda recordar en la narrativa peruana. Y en varias otras. A Dios gracias, por el largo del libro, es un primer capitulo que tiene 80 páginas. Es una novela corta en sí mismo. Y es realmente extraordinario. Y lo mantiene a uno suspendido, en vilo.
Doble mérito, además, porque uno diría, bueno, el acto de dos aviones chocando contra dos edificios en Manhattan ya es espectacular de por sí, ¿qué se puede mejorar?, ¿qué se puede añadir? Pues sí: está todo añadido en ese capítulo. El capítulo no es una crónica: es una historia, es un relato en el que empezamos a descubrir cosas probablemente mucho más provocadoras que este acto aeronaútico. Y esto queda muy fuerte y es, de aguna manera, el telón de fondo de la novela.
Y desde el capítulo dos la novela es para mí, para mí, una búsqueda obsesiva del autor. ¿Qué busca? Busca nuestra complicidad. Busca que ahora lo acompañemos en la detallada peripecia de su vida sometida a esa trituración que es el presente absoluto, que es lo actual radical, que es el devenir del ahora, de una manera tal que va borrando lo que queda detrás y comiéndose lo que iba a venir adelante y quizás ya no venga.
Esta es una exigencia de la lectura de novela en el país. Porque la lectura de novela en el país se ha vuelto un ejercicio que, desde hace por lo menos 30 años, viene siendo ablandado por la complicidad con lo lineal y lo previsible, por aquello que de alguna manera Tariq Alí llamó "prosa de mercado": la prosa de las grandes editoriales.
Bombardero, como dije, trabaja con el anti-entretenimiento. Es decir, trabaja sí con la incomodidad del lector. Un proceso que, además, comienza con el peso y el volumen físico del libro: un kilo con docientos gramos, casi imposible de sostener. Y en esa medida, además, Gutiérrez es un erudito y es un académico a su manera, que apuesta a la existencia, a la supervivencia en el Perú de lectores que todavía sean capaces de ser a la narración lo que algunos teóricos de la música moderna llaman "la escucha activa": oyentes de música capaces de no convertir todo lo que oyen en música de fondo, poder verla como una presencia inmediata y viva.
Y por eso digo que después de un primer capítulo de infarto (literalmente en el caso de algunos pasajeros, supongo), la obra se vuelve cada vez más exigente. Y en eso, cada vez más interesante. ¿Cuál es la historia? La historia es que vivimos en medio de la catástrofe personal y que la suma de catástrofes personales está barriendo con todo lo demás.
¿Hay una relación entre el contenido terrible y la densidad de esta obra literaria? ¿Por qué la necesidad de 500 páginas, que son en verdad mil cuando uno las mide bien en su extensión? Pero es que Gutiérrez quiere expresarse también a través de un formato: obligar al lector a un compromiso inusitado es clave en todo esfuerzo vanguardista, es crear un cenáculo, crear una célula de lectores para una obra que sucede, virtualmente toda, fuera del territorio geográfico.
Más aun, mi sensación es que el primer capítulo, de alguna manera, cuenta toda la historia. Es probablemente --permítanme, somos pocos, una hipérbole--, probablemente uno de los dos o tres mejores primeros capítulos de una novela que yo pueda recordar en la narrativa peruana. Y en varias otras. A Dios gracias, por el largo del libro, es un primer capitulo que tiene 80 páginas. Es una novela corta en sí mismo. Y es realmente extraordinario. Y lo mantiene a uno suspendido, en vilo.
Doble mérito, además, porque uno diría, bueno, el acto de dos aviones chocando contra dos edificios en Manhattan ya es espectacular de por sí, ¿qué se puede mejorar?, ¿qué se puede añadir? Pues sí: está todo añadido en ese capítulo. El capítulo no es una crónica: es una historia, es un relato en el que empezamos a descubrir cosas probablemente mucho más provocadoras que este acto aeronaútico. Y esto queda muy fuerte y es, de aguna manera, el telón de fondo de la novela.
Y desde el capítulo dos la novela es para mí, para mí, una búsqueda obsesiva del autor. ¿Qué busca? Busca nuestra complicidad. Busca que ahora lo acompañemos en la detallada peripecia de su vida sometida a esa trituración que es el presente absoluto, que es lo actual radical, que es el devenir del ahora, de una manera tal que va borrando lo que queda detrás y comiéndose lo que iba a venir adelante y quizás ya no venga.
Esta es una exigencia de la lectura de novela en el país. Porque la lectura de novela en el país se ha vuelto un ejercicio que, desde hace por lo menos 30 años, viene siendo ablandado por la complicidad con lo lineal y lo previsible, por aquello que de alguna manera Tariq Alí llamó "prosa de mercado": la prosa de las grandes editoriales.
Bombardero, como dije, trabaja con el anti-entretenimiento. Es decir, trabaja sí con la incomodidad del lector. Un proceso que, además, comienza con el peso y el volumen físico del libro: un kilo con docientos gramos, casi imposible de sostener. Y en esa medida, además, Gutiérrez es un erudito y es un académico a su manera, que apuesta a la existencia, a la supervivencia en el Perú de lectores que todavía sean capaces de ser a la narración lo que algunos teóricos de la música moderna llaman "la escucha activa": oyentes de música capaces de no convertir todo lo que oyen en música de fondo, poder verla como una presencia inmediata y viva.
Y por eso digo que después de un primer capítulo de infarto (literalmente en el caso de algunos pasajeros, supongo), la obra se vuelve cada vez más exigente. Y en eso, cada vez más interesante. ¿Cuál es la historia? La historia es que vivimos en medio de la catástrofe personal y que la suma de catástrofes personales está barriendo con todo lo demás.
¿Hay una relación entre el contenido terrible y la densidad de esta obra literaria? ¿Por qué la necesidad de 500 páginas, que son en verdad mil cuando uno las mide bien en su extensión? Pero es que Gutiérrez quiere expresarse también a través de un formato: obligar al lector a un compromiso inusitado es clave en todo esfuerzo vanguardista, es crear un cenáculo, crear una célula de lectores para una obra que sucede, virtualmente toda, fuera del territorio geográfico.
Lo cual tiene que ver con fundar otro territorio para los peruanos: de la misma manera en que Joyce funda otro territorio para los europeos y prácticamente inventa Irlanda para Europa, o como Malcom Lowry inventa México para los ingleses, aquí yo siento que hay nada menos que la invención del mundo cosmopolita para beneficio de los peruanos.
Es decir, cuando se hable de globalización en el mundo de la cultura, sería indispensable entender que aquí ha habido un esfuerzo de ponerle carne a esa osamenta más bien abstracta de la globalización.
Su mejor público, por eso, quizás esté en un inicio entre los hijos de los dos millones de migrantes salidos del Perú en los últimos años. Aunque si algo quiere decir el éxito del espléndido narrador Alarcón, quizás a ellos todavía les interesa más la nostalgia que la vanguardia.
¿Cómo se va a vincular el stablishment literario y, a partir de allí, el público con este libro? Yo contemplo un proceso lento, pero a la vez siento, me siento parte ya del proceso de formación de un culto entorno a esta obra. No un culto satánico, por favor: un culto literario, un culto de entendimiento hermético y cerrado de algunas cosas que no todo el mundo va a poder compartir.
Un proceso lento porque, además, se trata --lo he dicho y lo repetiré--, como suele suceder con las novelas vanguardistas, de una novela de lenguaje. Y además, en este caso, de una novela de la tipografía.
A nadie le va a escapar la relación entre este drama en las alturas protagonizado por aviones y rascacielos, y el hybris, el desafío a los dioses en la búsqueda de altura que fue la Torre de Babel y todos sus idiomas juntos.
Como dijo alguna vez un famoso vanguardista, y era Vallejo: "este libro ha nacido en la más absoluta orfandad, soy el único responsable de su estética". Orfandad quizás es mucho decir en esta época. Pero que Gutiérrez ha incursionado y nos presenta una estética de la cual él es, en este instante, el único responsable y se va a tener que abrir un camino en el Perú, estoy convencido.
Felicitaciones.
.F E R N A N D
Su mejor público, por eso, quizás esté en un inicio entre los hijos de los dos millones de migrantes salidos del Perú en los últimos años. Aunque si algo quiere decir el éxito del espléndido narrador Alarcón, quizás a ellos todavía les interesa más la nostalgia que la vanguardia.
¿Cómo se va a vincular el stablishment literario y, a partir de allí, el público con este libro? Yo contemplo un proceso lento, pero a la vez siento, me siento parte ya del proceso de formación de un culto entorno a esta obra. No un culto satánico, por favor: un culto literario, un culto de entendimiento hermético y cerrado de algunas cosas que no todo el mundo va a poder compartir.
Un proceso lento porque, además, se trata --lo he dicho y lo repetiré--, como suele suceder con las novelas vanguardistas, de una novela de lenguaje. Y además, en este caso, de una novela de la tipografía.
A nadie le va a escapar la relación entre este drama en las alturas protagonizado por aviones y rascacielos, y el hybris, el desafío a los dioses en la búsqueda de altura que fue la Torre de Babel y todos sus idiomas juntos.
Como dijo alguna vez un famoso vanguardista, y era Vallejo: "este libro ha nacido en la más absoluta orfandad, soy el único responsable de su estética". Orfandad quizás es mucho decir en esta época. Pero que Gutiérrez ha incursionado y nos presenta una estética de la cual él es, en este instante, el único responsable y se va a tener que abrir un camino en el Perú, estoy convencido.
Felicitaciones.
.F E R N A N D
....................O A M P U E R O:
Como ya tenía previsto, Mirko nos ha ofrecido lo que esperábamos. Un análisis sesudo y lúcido. A mí me toca el panegírico.
Esta noche… esta noche es la noche de Bombardero y, sin lugar a dudas, es una noche de celebración. La celebran ya algunos de los lectores, la celebro yo, como presentador, y estoy seguro que, en consonancia, la celebrará también su autor, César Gutiérrez. Por este Bombardero, creo yo, César se va a pegar la gran bomba. Ya se las viene pegando desde hace mucho, a modo de anticipo, pero hoy lo hará con mayor razón.
Quiero pues, para dar inicio a mis breves palabras, saludar esta noche a los lectores del libro nonato que ha escrito César Gutiérrez –quiero decir, a los lectores que han leído los capítulos de anticipo publicados en revistas y blogs literarios, entre quienes me cuento--, y saludar asimismo a sus futuros lectores, que estoy seguro serán muchos con el transcurrir del tiempo. Quiero saludar, también, a sus futuros críticos, ya sea que hablen bien o mal de Bombardero, el brillante artefacto literario que ha producido César Gutiérrez.
Como ya tenía previsto, Mirko nos ha ofrecido lo que esperábamos. Un análisis sesudo y lúcido. A mí me toca el panegírico.
Esta noche… esta noche es la noche de Bombardero y, sin lugar a dudas, es una noche de celebración. La celebran ya algunos de los lectores, la celebro yo, como presentador, y estoy seguro que, en consonancia, la celebrará también su autor, César Gutiérrez. Por este Bombardero, creo yo, César se va a pegar la gran bomba. Ya se las viene pegando desde hace mucho, a modo de anticipo, pero hoy lo hará con mayor razón.
Quiero pues, para dar inicio a mis breves palabras, saludar esta noche a los lectores del libro nonato que ha escrito César Gutiérrez –quiero decir, a los lectores que han leído los capítulos de anticipo publicados en revistas y blogs literarios, entre quienes me cuento--, y saludar asimismo a sus futuros lectores, que estoy seguro serán muchos con el transcurrir del tiempo. Quiero saludar, también, a sus futuros críticos, ya sea que hablen bien o mal de Bombardero, el brillante artefacto literario que ha producido César Gutiérrez.
Bombardero, como algunos saben, es un libro que nace con una leyenda incorporada, no solo por su calidad y su refrescante novedad, sino también por su enorme complejidad. Esta complejidad, sin duda, le acarreó problemas cuando el autor intentó editarlo. Es decir, enriqueció la leyenda. Si la mayoría de autores tiene dificultades para conseguir un editor que publique sus obras, César Gutiérrez ha debido de sortear obstáculos homéricos. Bombardero fue rechazado por una docena de editoriales del Perú y España. Fue rechazada, incluso, con displicencia y hasta con sorna. Todos le decían que el libro era un dislate, que estaba muy largo, o bien que no lo veían comercial ni tampoco de fácil lectura.
Y, bueno, no les faltaba razón. El libro, sin duda, no tiene pinta de ser una obra muy comercial, pero ofrece a cambio algo que es indiscutible: huele a buena literatura. Es más: huele a muy buena literatura. Y en cuanto a la lectura, sí, he de reconocer que Bombardero, aparte de ser un texto largo y disperso, requiere de lectores entrenados. Lectores que sepan lidiar con una verdadera explosión de referencias de todo tipo. Citas de libros sagrados, citas de poemas, citas de canciones, citas de reportes científicos, citas de noticias y de trivialidades, todo entremezclado con cifras, signos, grafías y fotografías, todo ello deslizándose hacia nosotros, los lectores, con el fragor de una avalancha o un torbellino.
Y, bueno, no les faltaba razón. El libro, sin duda, no tiene pinta de ser una obra muy comercial, pero ofrece a cambio algo que es indiscutible: huele a buena literatura. Es más: huele a muy buena literatura. Y en cuanto a la lectura, sí, he de reconocer que Bombardero, aparte de ser un texto largo y disperso, requiere de lectores entrenados. Lectores que sepan lidiar con una verdadera explosión de referencias de todo tipo. Citas de libros sagrados, citas de poemas, citas de canciones, citas de reportes científicos, citas de noticias y de trivialidades, todo entremezclado con cifras, signos, grafías y fotografías, todo ello deslizándose hacia nosotros, los lectores, con el fragor de una avalancha o un torbellino.
Tanta desmesura, pese a contar con un hilo conductor –todas las caras de la tragedia del 11 de setiembre en Nueva York, la de los suicidas terroristas y las de sus víctimas, la de los millones de espectadores en el mundo que se horrorizaron en vivo y en directo ante los aviones de pasajeros convertoidos en armas de destrucción masiva y la del enamorado que refiere su tragedia individual, la muerte de Rachel, su amante y musa–, tanta desmesura, digo, entraña en todo momento una línea poética de gran tensión emotiva. La desmesura es su opción literaria.
Por otro lado, el libro es francamente pesado. Ya verán cuando lo tengan en sus manos. Tiene 550 páginas en formato grande y procede, según me dicen, de un original de 900 páginas. Para que se hagan una idea de su peso –yo lo he pesado en la balanza de mi casa— pesa sus buenos 2 kilos, lo cual lo convierte en un arma de defensa personal, algo muy apropiado, dicho sea de paso, pues la temática del libro es la violencia de la humanidad. La violencia que empieza con la mandíbula de burro que esgrime el bíblico Caín cuando asesinó a su hermano Abel hasta el terrorismo de las bombas. Aquí esta todo. El fuego de la barbarie y el fuego sofisticado de la tecnología de muerte. Y aquí están, sobre todo, los motivos delirantes de toda esa violencia.
Ciertamente los editores recelosos, al leer Bombardero, no habrán sabido cómo clasificarlo. ¿Qué es esto?, me imagino se habrán preguntado. ¿A qué género pertenece? ¿Es un texto narrativo? ¿Es un texto poético? ¿Es una bitácora descomunal sobre el bombardeo de las torres gemelas de Nueva York? ¡Qué demonios es!
Si esto les pasó a los editores, ¿qué les pasará a los lectores? Por eso mismo, al enfrentarse a este libro, queridos amigos, tranquilos, vayan con calma. Eviten caer en ligeras y simplificaciones. Díganse a sí mismos, si se quiere, que es un testimonio sobre la violencia y la guerra, y a la vez un alegato en contra de los fanatismos. Díganse, también, que es la crónica exhaustiva de la pérdida de un ser querido en la hecatombe más dramática y espectacular que marca los inicios del siglo XXI. Y díganse, claro está, utilizando un criterio flexible y muy contemporáneo, que Bombardero es una novela. Yo me inclino por lo último. Bombardero es una novela. Una novela demencial, pero novela al fin y al cabo. Una novela que, a excepción del primer capítulo, que es un capítulo imprescindible y muy bueno, en lo que también coincido con Mirko, se puede leer salteado, como se lee la Rayuela de Julio Cortázar, o como los cristianos leen la Biblia o los musulmanes el Corán.
Llegado a este punto, en fin, confieso que me encuentro en un aprieto. Y es que, de hecho, no soy la persona más adecuada para presentar este libro. Yo soy, como muchos saben, un cuentista y un novelista que cuenta sus historias a la manera clásica. Y Bombardero, respecto a mi concepción de lo que debe ser una novela, resulta todo lo contrario. Para mí, una novela es una trama organizada, un lenguaje transparente al servicio de una historia, un retrato definido de personajes, un universo bajo control. En este libro, en cambio, gobierna el caos. Bombardero respira el caos y las humaredas desde una percepción omnipresente con múltiples puntos de vista. Bombardero, en realidad, convierte sus capítulos en escombros. Bombardero es una estructura ruinosa y una acumulación de fragmentos, y, sin embargo, compone un mundo cohesionado, un torrente de erudición y de sensaciones, donde el autor es un ser camaleónico, pues oficia roles diversos, ya que a veces es un cronista y otras un historiador, un humorista, un novelista psicodélico, un escritor de prosa refinada y un loco verborreico, pero casi siempre un poeta en trance agónico de ser un hombre de su tiempo.
A propósito de la verborrea, el César Gutiérrez que yo he conocido casi no hablaba (nos conocimos personalmente cuando él era redactor de la revista Somos). César era un ser silencioso, y nunca parecía estar muy en sus cabales. Siempre tenía un aire fantasmal. Vestía a toda hora de negro, como si guardara luto por su estado de ánimo, y era muy quieto y misterioso. Yo creo que todas las noches se iba de juerga y luego se aparecía por la redacción con sus notas escritas a la carrera, aunque siempre, hay que decirlo, sus notas fueron de primer nivel. Además, César tenía problemas de insomnio. Y aquí viene mi gran contribución a su novela. En su novela el personaje toma Dormex, una píldora para dormir que te tumba como un tronco en cosa de cinco minutos. Bueno, yo le recomendé esa píldora. Él no la conocía. En aquellos días yo tenía problemas para dormir, pues me habían diagnosticado una enfermedad que se creía terminal, así que llamé por teléfono a todos mis amigos drogadictos en busca de la mejor pastilla para dormir. Buscaba una píldora eficaz y que no me dejara resaca a la mañana siguiente. Me recomendaron el Dormex, y yo le pasé el dato a César. Imagino que por esos días, cada uno en su casa, dormiríamos como benditos. El problema fue que yo no fallecí, como me habían vaticinado, y el Dormex crea adicción. Anduve colgado varios meses. Me costó un sinfín de esfuerzos y temblores de heroinómano salirme del Dormex.
-¿Tú sigues con el Dormex, César, o ya lo dejaste?
-Sigo colgado, Fernando.
Esta novela es vanguardismo puro, o posvanguardia, como la llaman ahora. Sus páginas avanzan en cuenta regresiva. El libro empieza en la página 550 y sigue rumbo hasta la hora cero. El final es el estallido de los aviones y la lluvia de cenizas, en Nueva York, cuando caen las torres gemelas. El final es también la hermosa enumeración de todo lo que el narrador y sus personajes han visto a lo largo de la vida que se extingue. Lo que encierra una corta vida humana, lo que nos toca atestiguar. El principio, en cambio, acontece en París; es una viñeta sobre una visita a la tumba del poeta César Vallejo en el cementerio de Montparnasse. El narrador desliza su lúbrica mano en los bluejeans de la bella Rachel o Raquel y palpa sus muslos y su sexo, que por alguna extraña premonición, ya anuncian la inminencia de la muerte.
No quiero decir más. Este libro trae muchísimas cosas por leer y disfrutar. Con esta novela, sin duda, a César Gutiérrez le estalló el volcán, le estalló el Misti.
Para terminar, quiero leer un breve párrafo que me envió hace dos días a través del correo electrónico un paisano de César Gutiérrez, mi amigo Jorge Eduardo Benavides, que es también otro gran arequipeño de las letras peruanas. Desde Madrid, nos dice Jorge Eduardo: “Este es uno de esos libros por los que a veces quisiera estar en Lima: para asistir a su nacimiento, para brindar por él y su trayectoria que seguro que generará tanta controversia como entusiasmo. Tuve la suerte de leerlo cuando acababa de salir del horno, por así decirlo, y siempre pensé que era una magnífica novela absolutamente inusual en las letras de nuestro país, con una prosa corrosiva y trabajadísima, con una historia compleja, actual y fascinante. Creo que ha llegado su momento. Aunque estas horas sean para mí el amanecer en Praga y deba estar roncando (Jorge Eduardo, en este momento, participa de la Feria del Libro de Praga), me uno a los amigos que se han dado cita con el Bombardero. Mis felicitaciones, querido César”.
Bien, estas fueron las palabras de Jorge Eduardo Benavides. Y ahora, finalmente, yo remato con las mías: recibe también mis felicitaciones, querido César.
CÉSA
Por otro lado, el libro es francamente pesado. Ya verán cuando lo tengan en sus manos. Tiene 550 páginas en formato grande y procede, según me dicen, de un original de 900 páginas. Para que se hagan una idea de su peso –yo lo he pesado en la balanza de mi casa— pesa sus buenos 2 kilos, lo cual lo convierte en un arma de defensa personal, algo muy apropiado, dicho sea de paso, pues la temática del libro es la violencia de la humanidad. La violencia que empieza con la mandíbula de burro que esgrime el bíblico Caín cuando asesinó a su hermano Abel hasta el terrorismo de las bombas. Aquí esta todo. El fuego de la barbarie y el fuego sofisticado de la tecnología de muerte. Y aquí están, sobre todo, los motivos delirantes de toda esa violencia.
Ciertamente los editores recelosos, al leer Bombardero, no habrán sabido cómo clasificarlo. ¿Qué es esto?, me imagino se habrán preguntado. ¿A qué género pertenece? ¿Es un texto narrativo? ¿Es un texto poético? ¿Es una bitácora descomunal sobre el bombardeo de las torres gemelas de Nueva York? ¡Qué demonios es!
Si esto les pasó a los editores, ¿qué les pasará a los lectores? Por eso mismo, al enfrentarse a este libro, queridos amigos, tranquilos, vayan con calma. Eviten caer en ligeras y simplificaciones. Díganse a sí mismos, si se quiere, que es un testimonio sobre la violencia y la guerra, y a la vez un alegato en contra de los fanatismos. Díganse, también, que es la crónica exhaustiva de la pérdida de un ser querido en la hecatombe más dramática y espectacular que marca los inicios del siglo XXI. Y díganse, claro está, utilizando un criterio flexible y muy contemporáneo, que Bombardero es una novela. Yo me inclino por lo último. Bombardero es una novela. Una novela demencial, pero novela al fin y al cabo. Una novela que, a excepción del primer capítulo, que es un capítulo imprescindible y muy bueno, en lo que también coincido con Mirko, se puede leer salteado, como se lee la Rayuela de Julio Cortázar, o como los cristianos leen la Biblia o los musulmanes el Corán.
Llegado a este punto, en fin, confieso que me encuentro en un aprieto. Y es que, de hecho, no soy la persona más adecuada para presentar este libro. Yo soy, como muchos saben, un cuentista y un novelista que cuenta sus historias a la manera clásica. Y Bombardero, respecto a mi concepción de lo que debe ser una novela, resulta todo lo contrario. Para mí, una novela es una trama organizada, un lenguaje transparente al servicio de una historia, un retrato definido de personajes, un universo bajo control. En este libro, en cambio, gobierna el caos. Bombardero respira el caos y las humaredas desde una percepción omnipresente con múltiples puntos de vista. Bombardero, en realidad, convierte sus capítulos en escombros. Bombardero es una estructura ruinosa y una acumulación de fragmentos, y, sin embargo, compone un mundo cohesionado, un torrente de erudición y de sensaciones, donde el autor es un ser camaleónico, pues oficia roles diversos, ya que a veces es un cronista y otras un historiador, un humorista, un novelista psicodélico, un escritor de prosa refinada y un loco verborreico, pero casi siempre un poeta en trance agónico de ser un hombre de su tiempo.
A propósito de la verborrea, el César Gutiérrez que yo he conocido casi no hablaba (nos conocimos personalmente cuando él era redactor de la revista Somos). César era un ser silencioso, y nunca parecía estar muy en sus cabales. Siempre tenía un aire fantasmal. Vestía a toda hora de negro, como si guardara luto por su estado de ánimo, y era muy quieto y misterioso. Yo creo que todas las noches se iba de juerga y luego se aparecía por la redacción con sus notas escritas a la carrera, aunque siempre, hay que decirlo, sus notas fueron de primer nivel. Además, César tenía problemas de insomnio. Y aquí viene mi gran contribución a su novela. En su novela el personaje toma Dormex, una píldora para dormir que te tumba como un tronco en cosa de cinco minutos. Bueno, yo le recomendé esa píldora. Él no la conocía. En aquellos días yo tenía problemas para dormir, pues me habían diagnosticado una enfermedad que se creía terminal, así que llamé por teléfono a todos mis amigos drogadictos en busca de la mejor pastilla para dormir. Buscaba una píldora eficaz y que no me dejara resaca a la mañana siguiente. Me recomendaron el Dormex, y yo le pasé el dato a César. Imagino que por esos días, cada uno en su casa, dormiríamos como benditos. El problema fue que yo no fallecí, como me habían vaticinado, y el Dormex crea adicción. Anduve colgado varios meses. Me costó un sinfín de esfuerzos y temblores de heroinómano salirme del Dormex.
-¿Tú sigues con el Dormex, César, o ya lo dejaste?
-Sigo colgado, Fernando.
Esta novela es vanguardismo puro, o posvanguardia, como la llaman ahora. Sus páginas avanzan en cuenta regresiva. El libro empieza en la página 550 y sigue rumbo hasta la hora cero. El final es el estallido de los aviones y la lluvia de cenizas, en Nueva York, cuando caen las torres gemelas. El final es también la hermosa enumeración de todo lo que el narrador y sus personajes han visto a lo largo de la vida que se extingue. Lo que encierra una corta vida humana, lo que nos toca atestiguar. El principio, en cambio, acontece en París; es una viñeta sobre una visita a la tumba del poeta César Vallejo en el cementerio de Montparnasse. El narrador desliza su lúbrica mano en los bluejeans de la bella Rachel o Raquel y palpa sus muslos y su sexo, que por alguna extraña premonición, ya anuncian la inminencia de la muerte.
No quiero decir más. Este libro trae muchísimas cosas por leer y disfrutar. Con esta novela, sin duda, a César Gutiérrez le estalló el volcán, le estalló el Misti.
Para terminar, quiero leer un breve párrafo que me envió hace dos días a través del correo electrónico un paisano de César Gutiérrez, mi amigo Jorge Eduardo Benavides, que es también otro gran arequipeño de las letras peruanas. Desde Madrid, nos dice Jorge Eduardo: “Este es uno de esos libros por los que a veces quisiera estar en Lima: para asistir a su nacimiento, para brindar por él y su trayectoria que seguro que generará tanta controversia como entusiasmo. Tuve la suerte de leerlo cuando acababa de salir del horno, por así decirlo, y siempre pensé que era una magnífica novela absolutamente inusual en las letras de nuestro país, con una prosa corrosiva y trabajadísima, con una historia compleja, actual y fascinante. Creo que ha llegado su momento. Aunque estas horas sean para mí el amanecer en Praga y deba estar roncando (Jorge Eduardo, en este momento, participa de la Feria del Libro de Praga), me uno a los amigos que se han dado cita con el Bombardero. Mis felicitaciones, querido César”.
Bien, estas fueron las palabras de Jorge Eduardo Benavides. Y ahora, finalmente, yo remato con las mías: recibe también mis felicitaciones, querido César.
CÉSA
RG 11 fragmentos vivos de un motor muerto
1►
(PREGUNTA): ¿de dónde viene esa actitud tan negativa esa brutal honestidad ese desprecio por la humanidad?
(RESPUESTA): soy de arequipa tempranamente me percaté de haber nacido en un lugar triste distante y sin importancia y eso me amargó mucho me hizo así
2►
un perímetro de lava el volcán tutelar fuma de rabia los críticos cacarean y nosotros estamos en el aire años ochenta la luna lanza su clásico rayo pavonado el planeta es redondo y frío y plano y gira a 33 y 45 r.p.m. los astros siouxsie eno morrissey los astros clavados con alfileres en el closet vigilan tu vida te dicen qué leer the cure recomienda leer a camus the smiths a sartre virus a savater savater a cioran y cioran recomienda el suicidio un día asalto una emisora estamos en el aire digo volar en stereo irremediable anclaje en el aire en la poesía un mimeógrafo publicamos los críticos cacarean estamos en el aire destruir para construir no sé lo que quiero pero sí cómo conseguirlo una mezcla combustible de pólvora y locura enciende el motor el vértigo tentador de la aventura los críticos cacarean y yo no sé lo que quiero pero sí cómo destruirlo los críticos cacarean / nosotros ponemos los huevos
3►
soberbio en la cuerda floja mantiene alta la vista en su equilibrio el equilibrista debuta en nubegris es 1997 acelera con las canciones frena con las explosiones y al final siempre le cuidan las canciones porque las canciones están en el aire y solo hace falta que alguien las atrape para que no vuelvan a convertirse en oxígeno que es el elemento natural de las canciones esto es: hola bombardero y adiós rachel una pena tener que matarte en torre norte pero la vida es así todos vamos a morir todos menos bowie bowie lleva mucho tiempo cuidando de los ángeles y estoy seguro que cuidará de nosotros mientras sigamos confiando en las canciones
4►
doy vueltas por la zona cero como un avión que pierde ritmo en la perspectiva jehová trabaja en una fábrica de hielo y una funeraria es la mejor agencia de viajes y una novela que crece como una película de lynch filmada en blanco y negro con grano reventado camino con una grabadora a devorar todo y filmar en polaroids es marzo 21 del 2003 termino el libro y enciendo la tele termino el libro y empieza la guerra dhl con manuscrito a madrid bombardean bagdad empieza la guerra muy bien guerra eso es guerra sigue haciendo tu trabajo guerra un mes dos meses tres meses no te publicaremos toma tu manuscrito y empiezo a girar como la última bala en el tambor de un revólver jugando a la ruleta rusa y como un soldado que llega hasta el campo de batalla y se instala en una trinchera en forma de sarcófago manipulo el control remoto y miro la tele: los nuevos proyectiles tripulados me están fabricando nuevas y magníficas heridas tengo cicatrices en el lugar donde debieron estar las medallas y desde los bordes de esas heridas se tiene una magnífica vista hacia el lado más oscuro de mi corazón
5►
un avión aparece en el cielo un avión desaparece en la torre seguir escribiendo sin faros neblineros sin frenos de emergencia sin límites de velocidad un avión corta el aire y cuando crees haber terminado un avión se estaciona un avión corta y luego conoces un submundo editorial gobernado por el caos o los intereses creados o el dinero fácil ¿y al final qué? un avión se disuelve entre los vidrios y en el aire quedan los editores desaparecidos y un avión que corta y llega y te corta la córnea una estela de hidrocarburos hollín y miles de insultos en internet durante dos años dos aviones tres años cuatro años pasan los años y hasta despegan los trenes hay 4 aviones en el aire pasan los trenes y no despega el manuscrito pasan los años y te quedas solo con tu manuscrito porque volaron los editores con los edificios cuando despegaron los aviones amén
6►
otro avión aparece y desaparece hay muchos editores desaparecidos y un solo muerto soy la onda expansiva de un avión bomba con 176 fuentes de letras 36 windgins ruso italiano latín alemán español árabe turco quechua idish catalán holandés francés japonés mandarín biblia corán talmud gilgamesh 25 epígrafes 109 imágenes 19 canciones 253 bandas de sonido que corren-vuelan-crecen… se ritman hace años que escribo en perú ee.uu. y arequipa ámsterdam parís berlín roma nueva york londres madrid buenos aires eurasia tokio hiroshima waco karbala bagdad nayaf santiago de chuco momia mía ciudad pálida nubegris 59 mails intercambiados con matalamanga 43 con el álbum del universo bakterial 32 con estruendomudo 13 con el santo oficio 0 con jaime campodónico 5 respetuosos mails enviados a germán coronado de peisa preguntando qué fue del manuscrito que me pediste y cero mails respondidos por germán coronado de peisa es invierno es de tarde y es el haití y ella es mónica prepárate para que no te perdonen haber escrito este libro me dice mil 68 mails enviados a mónica belevan y mil 68 mails respondidos por mónica belevan la chica precoz la niña veloz la niña genio van y vienen mails pdfs windgings exels power points un año dos años gracias mónica por la precisión quirúrgica gracias mónica por el imperio de tu mirada y la filigrana en tu pluma gracias mónica por romper la barrera del sonido y hacer tuyo este libro (bifronte)
7►
muerto vapuleado y halagado y otra vez vapuleado pobre manuscrito es hora de volver a morir porque se va a cerrar tu círculo vagabundo por 2 continentes y 7 rechazos en 4 años porque ahora el presidente de la república independiente te hará volar el filósofo guillén emite el decreto de desembolso en cuya virtud se abre el caño de manera tierna y real-maravillosa oído a la música: gobierno regional de arequipa. acuerdo regional nº 059-octubre 13 del 2007- el ejecutivo regional aprueba el otorgamiento de subvenciones sociales que detalla a continuación: otorgar 2 mil soles para la reparación del campanario de la iglesia de nuestra señora de fátima de corire 4 mil soles para el techado del aula de la escuela 853 de arirahua del distrito de yanaquigua 400 soles para las obras restantes de refacción del atrio dañado por el ultimo temblor en la iglesia de yanque 4 mil soles para la construcción de un canal de riego que conecte la toma de achoma con la de condesuyos 3 mil soles para la construcción del asta de la bandera en la plaza de armas de cabanaconde rajada durante el último movimiento del volcán sabancaya 5 mil soles para el horno comunitario de layo afectado por el friaje 6 mil soles oro para la impresión de la novela bombardero del escritor etc. etc. publíquese divúlguese y léase en lima un día de noche cuando todos estén en la noche
8►
compren 589 páginas en 17x24 cm. papel interior couché mate y 90 gramos de calibre la única campaña de marketing que hago en mi vida la hago entre mis amigos ¡compren!: son 586 páginas de pura aventura 500 ejemplares encolados y cosidos hot mel a la francesa con tapa en folcote de calibre 12 en plástico mate con barniz sectorizado en negro rojo y plata quemada carece de ibsn no ha pagado impuesto legal y en lugar de copyright tiene copyfight además permite el pirateo con o sin permiso del autor o de sus viudas literarias cada artefacto pesa un kilo 250 gr. según lauer y un poquito más según ampuero manipulaciones digitales sobre fotos y/o pintura gracias a mis hermanos de quechueslovaquia: gracias ana de orbegozo y gracias giselle gulgentops gracias paloma la hoz secret muñoz maría fe nevares andrea montenegro natalia gallardo giannina tramontana andrés longhi guillermo cebrián víctor delfín guillermo farfán oscare franco roxana chirinos alida werner marta castañeda sergio carrasco carla garcía kenneth o’brien kike casella kike sánchez hernani chío silva santisteban gabriel gargurevich sophie canal galia gorriti isabel ilundain doris bayly raúl cachay pelo madueño enrique prochazka rolando luque odi gonzáles arturo higa ricardo chalco gracias hermanito patrick o'brien gracias rodrigo quijano por desempolvar este libro en el hangar y colocarlo en la pista de despegue gracias a lucho cieza de león por hacerlo despegar desde esa misma pista gracias lorry salcedo y gracias ramiro llona por tus colores y tu fe gracias al ix cuenca por trabajar para esta que es La Noche gracias a baldomero cáceres por eso mismo por ser mi hermano por compartir el principado de las mareas gracias oscare tramontana que lees por primera vez bombardero el 2004 en máncora y por segunda tercera cuarta y quinta vez este mes gracias a usted doctor abelardo oquendo porque solo la sabiduría es capaz de encender la pradera
9►
gracias mónica villalobos porque la tierra giró para acercarnos el uno al otro giró sobre sí misma y adentro estábamos nosotros hasta que por fin nos juntó en este sueño gracias chiara rómoli alta como una columna de huno coherente como un rayo láser gracias susana bouroncle por dibujarme por dibujar este libro por instalarte en la zona cero de mí mismo y por eso me tatúo tu nombre con un clavo gracias madre que eres un pozo de ternura y gracias a ti padre que eres un pozo de melancolía de esa melancolía que viene desde la eternidad
10►
este libro también es cómo no un homenaje a quien todas las mañanas tiene la delicadeza de derramar amplias dosis de luz desde la república de las letras: lauer es la precocidad por excelencia la originalidad a prueba de balas el tropical cantante de las mecánicas musas y vanguardista condecorado junto a bowie caballero de las artes y las letras y admirable maestro en esto de ir buscándole tonos al silencio esta noche homenajeo también a fernando ampuero prolífico y versátil prosista fino un bicho auténticamente raro de muy buenos modales un escultor de putas lindas y mujeres benditas un amigo entrañable cuya elegancia generosidad y altura gobernó mis años de periodista años con una calidad de vida impecable invalorable divertida inteligente inhallable. gracias por el alto honor señores
11►(final)►
he llevado a un hermoso amor hasta la tumba de cesitar vallejo y hemos cantado salmos de gloria mirando aviones sin saber que un año después iba a desaparecer en torre norte cuando llegaron las turbinas he visto a la literatura por encima de todas las cosas he sido un cazador desnudo un buzo a pulmón libre un equilibrista sin red he sido arrojado por la tempestad he escrito este libro con una voluptuosidad gobernada por el dolor con los motores de la angustia con la gasolina del infierno he amado a mi chica por sobre todos los rascacielos y bajo todos los aviones la he venerado como a una virgen esculpida en túneles de viento y por eso ella es mi única patria y mi única religión… todos esos momentos se perderán en el tiempo es hora de morir pero antes de disolverme como lágrima en la lluvia ruego a los creyentes elevar una plegaria por ese protagonista por ese pobre muchacho que no sólo pone en riesgo su pellejo: pone en duda la obligación de existir porque al igual que el libro que lo contiene asiste a la mortalidad virtual de toda significación instituida a este libro no le importa instaurar momentos imperecederos y si eso ocurre que lo sea de rebote: en tanto éstos configuren la posibilidad de construir la significación habitando al borde del abismo. si cada yo empieza con una fisura cada página de estas contiene una explosión. por eso este libro es una herida. y por eso mismo no volveré a publicar pero me anima un consuelo el consuelo del condenado a muerte que al menos está seguro de pasar una buena noche… en La Noche. razón por la cual a continuación charo dueña de las mejores noches de lima derramará sendas garrafas de lúpulo de acholado y de la sangre de cristo en las gargantas de la ávida concurrencia
bienaventurada sea la amable concurrencia
bienaventurados los católicos borrachos porque verán a dios dos veces.
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(PREGUNTA): ¿de dónde viene esa actitud tan negativa esa brutal honestidad ese desprecio por la humanidad?
(RESPUESTA): soy de arequipa tempranamente me percaté de haber nacido en un lugar triste distante y sin importancia y eso me amargó mucho me hizo así
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un perímetro de lava el volcán tutelar fuma de rabia los críticos cacarean y nosotros estamos en el aire años ochenta la luna lanza su clásico rayo pavonado el planeta es redondo y frío y plano y gira a 33 y 45 r.p.m. los astros siouxsie eno morrissey los astros clavados con alfileres en el closet vigilan tu vida te dicen qué leer the cure recomienda leer a camus the smiths a sartre virus a savater savater a cioran y cioran recomienda el suicidio un día asalto una emisora estamos en el aire digo volar en stereo irremediable anclaje en el aire en la poesía un mimeógrafo publicamos los críticos cacarean estamos en el aire destruir para construir no sé lo que quiero pero sí cómo conseguirlo una mezcla combustible de pólvora y locura enciende el motor el vértigo tentador de la aventura los críticos cacarean y yo no sé lo que quiero pero sí cómo destruirlo los críticos cacarean / nosotros ponemos los huevos
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soberbio en la cuerda floja mantiene alta la vista en su equilibrio el equilibrista debuta en nubegris es 1997 acelera con las canciones frena con las explosiones y al final siempre le cuidan las canciones porque las canciones están en el aire y solo hace falta que alguien las atrape para que no vuelvan a convertirse en oxígeno que es el elemento natural de las canciones esto es: hola bombardero y adiós rachel una pena tener que matarte en torre norte pero la vida es así todos vamos a morir todos menos bowie bowie lleva mucho tiempo cuidando de los ángeles y estoy seguro que cuidará de nosotros mientras sigamos confiando en las canciones
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doy vueltas por la zona cero como un avión que pierde ritmo en la perspectiva jehová trabaja en una fábrica de hielo y una funeraria es la mejor agencia de viajes y una novela que crece como una película de lynch filmada en blanco y negro con grano reventado camino con una grabadora a devorar todo y filmar en polaroids es marzo 21 del 2003 termino el libro y enciendo la tele termino el libro y empieza la guerra dhl con manuscrito a madrid bombardean bagdad empieza la guerra muy bien guerra eso es guerra sigue haciendo tu trabajo guerra un mes dos meses tres meses no te publicaremos toma tu manuscrito y empiezo a girar como la última bala en el tambor de un revólver jugando a la ruleta rusa y como un soldado que llega hasta el campo de batalla y se instala en una trinchera en forma de sarcófago manipulo el control remoto y miro la tele: los nuevos proyectiles tripulados me están fabricando nuevas y magníficas heridas tengo cicatrices en el lugar donde debieron estar las medallas y desde los bordes de esas heridas se tiene una magnífica vista hacia el lado más oscuro de mi corazón
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un avión aparece en el cielo un avión desaparece en la torre seguir escribiendo sin faros neblineros sin frenos de emergencia sin límites de velocidad un avión corta el aire y cuando crees haber terminado un avión se estaciona un avión corta y luego conoces un submundo editorial gobernado por el caos o los intereses creados o el dinero fácil ¿y al final qué? un avión se disuelve entre los vidrios y en el aire quedan los editores desaparecidos y un avión que corta y llega y te corta la córnea una estela de hidrocarburos hollín y miles de insultos en internet durante dos años dos aviones tres años cuatro años pasan los años y hasta despegan los trenes hay 4 aviones en el aire pasan los trenes y no despega el manuscrito pasan los años y te quedas solo con tu manuscrito porque volaron los editores con los edificios cuando despegaron los aviones amén
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otro avión aparece y desaparece hay muchos editores desaparecidos y un solo muerto soy la onda expansiva de un avión bomba con 176 fuentes de letras 36 windgins ruso italiano latín alemán español árabe turco quechua idish catalán holandés francés japonés mandarín biblia corán talmud gilgamesh 25 epígrafes 109 imágenes 19 canciones 253 bandas de sonido que corren-vuelan-crecen… se ritman hace años que escribo en perú ee.uu. y arequipa ámsterdam parís berlín roma nueva york londres madrid buenos aires eurasia tokio hiroshima waco karbala bagdad nayaf santiago de chuco momia mía ciudad pálida nubegris 59 mails intercambiados con matalamanga 43 con el álbum del universo bakterial 32 con estruendomudo 13 con el santo oficio 0 con jaime campodónico 5 respetuosos mails enviados a germán coronado de peisa preguntando qué fue del manuscrito que me pediste y cero mails respondidos por germán coronado de peisa es invierno es de tarde y es el haití y ella es mónica prepárate para que no te perdonen haber escrito este libro me dice mil 68 mails enviados a mónica belevan y mil 68 mails respondidos por mónica belevan la chica precoz la niña veloz la niña genio van y vienen mails pdfs windgings exels power points un año dos años gracias mónica por la precisión quirúrgica gracias mónica por el imperio de tu mirada y la filigrana en tu pluma gracias mónica por romper la barrera del sonido y hacer tuyo este libro (bifronte)
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muerto vapuleado y halagado y otra vez vapuleado pobre manuscrito es hora de volver a morir porque se va a cerrar tu círculo vagabundo por 2 continentes y 7 rechazos en 4 años porque ahora el presidente de la república independiente te hará volar el filósofo guillén emite el decreto de desembolso en cuya virtud se abre el caño de manera tierna y real-maravillosa oído a la música: gobierno regional de arequipa. acuerdo regional nº 059-octubre 13 del 2007- el ejecutivo regional aprueba el otorgamiento de subvenciones sociales que detalla a continuación: otorgar 2 mil soles para la reparación del campanario de la iglesia de nuestra señora de fátima de corire 4 mil soles para el techado del aula de la escuela 853 de arirahua del distrito de yanaquigua 400 soles para las obras restantes de refacción del atrio dañado por el ultimo temblor en la iglesia de yanque 4 mil soles para la construcción de un canal de riego que conecte la toma de achoma con la de condesuyos 3 mil soles para la construcción del asta de la bandera en la plaza de armas de cabanaconde rajada durante el último movimiento del volcán sabancaya 5 mil soles para el horno comunitario de layo afectado por el friaje 6 mil soles oro para la impresión de la novela bombardero del escritor etc. etc. publíquese divúlguese y léase en lima un día de noche cuando todos estén en la noche
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compren 589 páginas en 17x24 cm. papel interior couché mate y 90 gramos de calibre la única campaña de marketing que hago en mi vida la hago entre mis amigos ¡compren!: son 586 páginas de pura aventura 500 ejemplares encolados y cosidos hot mel a la francesa con tapa en folcote de calibre 12 en plástico mate con barniz sectorizado en negro rojo y plata quemada carece de ibsn no ha pagado impuesto legal y en lugar de copyright tiene copyfight además permite el pirateo con o sin permiso del autor o de sus viudas literarias cada artefacto pesa un kilo 250 gr. según lauer y un poquito más según ampuero manipulaciones digitales sobre fotos y/o pintura gracias a mis hermanos de quechueslovaquia: gracias ana de orbegozo y gracias giselle gulgentops gracias paloma la hoz secret muñoz maría fe nevares andrea montenegro natalia gallardo giannina tramontana andrés longhi guillermo cebrián víctor delfín guillermo farfán oscare franco roxana chirinos alida werner marta castañeda sergio carrasco carla garcía kenneth o’brien kike casella kike sánchez hernani chío silva santisteban gabriel gargurevich sophie canal galia gorriti isabel ilundain doris bayly raúl cachay pelo madueño enrique prochazka rolando luque odi gonzáles arturo higa ricardo chalco gracias hermanito patrick o'brien gracias rodrigo quijano por desempolvar este libro en el hangar y colocarlo en la pista de despegue gracias a lucho cieza de león por hacerlo despegar desde esa misma pista gracias lorry salcedo y gracias ramiro llona por tus colores y tu fe gracias al ix cuenca por trabajar para esta que es La Noche gracias a baldomero cáceres por eso mismo por ser mi hermano por compartir el principado de las mareas gracias oscare tramontana que lees por primera vez bombardero el 2004 en máncora y por segunda tercera cuarta y quinta vez este mes gracias a usted doctor abelardo oquendo porque solo la sabiduría es capaz de encender la pradera
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gracias mónica villalobos porque la tierra giró para acercarnos el uno al otro giró sobre sí misma y adentro estábamos nosotros hasta que por fin nos juntó en este sueño gracias chiara rómoli alta como una columna de huno coherente como un rayo láser gracias susana bouroncle por dibujarme por dibujar este libro por instalarte en la zona cero de mí mismo y por eso me tatúo tu nombre con un clavo gracias madre que eres un pozo de ternura y gracias a ti padre que eres un pozo de melancolía de esa melancolía que viene desde la eternidad
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este libro también es cómo no un homenaje a quien todas las mañanas tiene la delicadeza de derramar amplias dosis de luz desde la república de las letras: lauer es la precocidad por excelencia la originalidad a prueba de balas el tropical cantante de las mecánicas musas y vanguardista condecorado junto a bowie caballero de las artes y las letras y admirable maestro en esto de ir buscándole tonos al silencio esta noche homenajeo también a fernando ampuero prolífico y versátil prosista fino un bicho auténticamente raro de muy buenos modales un escultor de putas lindas y mujeres benditas un amigo entrañable cuya elegancia generosidad y altura gobernó mis años de periodista años con una calidad de vida impecable invalorable divertida inteligente inhallable. gracias por el alto honor señores
11►(final)►
he llevado a un hermoso amor hasta la tumba de cesitar vallejo y hemos cantado salmos de gloria mirando aviones sin saber que un año después iba a desaparecer en torre norte cuando llegaron las turbinas he visto a la literatura por encima de todas las cosas he sido un cazador desnudo un buzo a pulmón libre un equilibrista sin red he sido arrojado por la tempestad he escrito este libro con una voluptuosidad gobernada por el dolor con los motores de la angustia con la gasolina del infierno he amado a mi chica por sobre todos los rascacielos y bajo todos los aviones la he venerado como a una virgen esculpida en túneles de viento y por eso ella es mi única patria y mi única religión… todos esos momentos se perderán en el tiempo es hora de morir pero antes de disolverme como lágrima en la lluvia ruego a los creyentes elevar una plegaria por ese protagonista por ese pobre muchacho que no sólo pone en riesgo su pellejo: pone en duda la obligación de existir porque al igual que el libro que lo contiene asiste a la mortalidad virtual de toda significación instituida a este libro no le importa instaurar momentos imperecederos y si eso ocurre que lo sea de rebote: en tanto éstos configuren la posibilidad de construir la significación habitando al borde del abismo. si cada yo empieza con una fisura cada página de estas contiene una explosión. por eso este libro es una herida. y por eso mismo no volveré a publicar pero me anima un consuelo el consuelo del condenado a muerte que al menos está seguro de pasar una buena noche… en La Noche. razón por la cual a continuación charo dueña de las mejores noches de lima derramará sendas garrafas de lúpulo de acholado y de la sangre de cristo en las gargantas de la ávida concurrencia
bienaventurada sea la amable concurrencia
bienaventurados los católicos borrachos porque verán a dios dos veces.
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.barLaNochevie25abril08.
Extraordinaria la presentación de Lauer. Muy fraternal la de Ampuero. Mis grandes felicitaciones, César.
ResponderBorrarAnna
y como es eso de "y por eso mismo no volveré a publicar"? que aguafiestas, oe!!
ResponderBorrarAbsolutamente cerebral la intervención de Lauer, impecable en las citas, consagrando a tu libro. Nadie esperaba menos del "niño genio", como le dice Vargas Llosa. El panegírico de Ampuero está también muy bueno, sin dejar de deslizar muchas ideas, muchas verdades, el tuyo un discurtso vibrante, veloz, espectacular, como un Bombardero. Ojala que, ahora que eres el escritor estrella del Perú, no cambies nunca, Cesitar. Un abrazo.Paloma
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ResponderBorrarGutiérrez, ¿por qué suprimes mi comment? ¿Por decirte sólo lo que sostiene Faverón que tu novela no es de vanguardia? Como se ve que Ampuero ni Lauer han leído a Martín Roldán (Generación Cochebomba), José de Piérola (El Camino de Regreso), Cayo Vásquez (Hostal Amor), Rafael Inocente (La Ciudad de los Culpables), Julio Durán (Incendiar la ciudad), Arturo Delgado Galimberti (La Ruptura), Julián Pérez (Retablo), Fernando Cueto (Llora corazón) y varios otros.
ResponderBorrarQue tus poses de muchachito seudopunk no te enceguezcan, por favor.
El Tukuyrikuy
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ResponderBorrarmuchas gracias a mis amigas anna, carla y paloma
ResponderBorrary usté, tukuyrikuy, salúdeme a sus amigos
¿Vanguardia en el siglo XXI, cuando ésta se ha convertido ya en tradicional, y cada vez es más representativa del statu quo? Por favor, Mirko, -como le dijo una vez Luis Alberto Sánchez a Martín Adán-, "ya estamos viejos para esas cojudeces"
ResponderBorrarPor mi parte, por lo que dice Mirko, diría esa es la novela más provinciana de los los últimos años -no ha pasado por allí nada de lo se ha hecho en los últimos cincuenta años en literatura más de avanzada (parodiar la vanguardia, por ejemplo), típico en un escritor que desde la provincia -Arequipa- quiere dárselas de cosmopolita.
¿Vanguardia en el siglo XXI, cuando ésta se ha convertido ya en tradicional, y cada vez es más representativa del statu quo? Por favor, Mirko, -como le dijo una vez Luis Alberto Sánchez a Martín Adán-, "ya estamos viejos para esas cojudeces"
ResponderBorrarPor mi parte, por lo que dice Mirko, diría esa es la novela más provinciana de los los últimos años -no ha pasado por allí nada de lo se ha hecho en los últimos cincuenta años en literatura más de avanzada (parodiar la vanguardia, por ejemplo), típico en un escritor que desde la provincia -Arequipa- quiere dárselas de cosmopolita.
Fernando Ampuero en el Dominical acaba de decir que tu novela es "posvanguardista" y que tú eres un escritor "extraordinario".
ResponderBorrarCito su declaración completa: "Dicho sea de paso, acabo de presentar a un escritor extraordinario y que será muy difícil para un lector no entrenado. Es el talentoso César Gutiérrez, que ha escrito Bombardero, una novela posvanguardista en clave de poesía exaltada y que no luce muy comercial, pero yo la recomiendo a quienes gustan de la buena literatura".
Uy, empezaron a aparecer los discrepantes, los que no estan contentos con la presencia de tu libro en la escena literaria; lo que no me queda muy claro es en que medida eso puede afectar su trabajo como creadores, si es que lo fueran; o de criticos, si se da el caso. Tu que opinas de eso?
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ResponderBorrar- yo tampoco sé cómo les puede afectar
ResponderBorrar- muy bien que disientan y opinen alegremente, mejor si no han leído 80m84rd3r0: viva el perú
- insultos: es lo único que borro
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ResponderBorrarMentira; con suprimir comments te evitas contestar cada una de las interrogantes que te hacen por que no sabes contestarlas. Hay que saber defender un libro, autores como tu no saben hacer eso lo cual, deuestra su nula capacidad de respuesta y reaccion critica ante su literatura.
ResponderBorrar- no son interrogantes, son insultos
ResponderBorrar- ese broli es mi mejor respuesta
César has hecho un libro maravilloso, un libro que será entendido mucho mejor en el futuro.... lo cual no quiere decir que no se deje disfrutar ahora... lo que dicen Lauer y ampuero es verdad, mis felicitaciones.
ResponderBorrarpues me sumo a lo dicho, no es que te alabe césar, pero me parece que los insultos y las críticas piconas siempre son de quienes jamás en su vida harán nada igual a 80m84rd3r0, y gracias al tío que citó a otros autores, así enriquecerá mis lecturas. y dónde se consigue la caída del equilibrista???? saludos. christian
ResponderBorrarGracias, César, por regalarnos un libro tan espectacular, tan soprprendente, tan increíble. No pude ir a la presentación pero me conmueven las palabras de Mirko Lauer y de Fernando Ampuero, dos presentadores de lujo para un libro de lujo. Saludos de Andrea.
ResponderBorrarsandra, christian y andrea: muchas gracias por vuestras palabras
ResponderBorraryo también considero muy valioso que aparezcan comentaristas con algo mejor que insultos
solo tengo 2 ejemplares de la caída del equilibrista, los que me quedaban están en buenas manos (la concurrencia a los ciclos del británico). si gustas, christian, te obsequio uno: escríbeme a bombardero@cbgb.net
Bombardero es extraordinario lo dice Lauer y lo digo yo. espectacular lo que hiciste, César.
ResponderBorrarUna fan.
Do you drink Coca-Cola or Pepsi?
ResponderBorrarSUBMIT YOUR ANSWER and you could receive a prepaid VISA gift card!