6.5.11

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Tan dulce es el Vértigo
Susana Bouroncle  [o la pintura a velocidad máxima]
czargutiérrez

TEORÍA: En ese mundo desierto vagamos buscando algo que no sabemos qué es o siquiera si existe: El ojo traza en el techo blanco una pequeña raya negra. El techo asume la ilusión del ojo y se vuelve negro. La raya se borra entonces y el ojo se cierra (Juarroz).

LA CONOCÍ EN UN BAR. La miré al pasar. No le quise hablar. Una silenciosa marea de esmalte azul impregna sus tobillos. La curva del empeine se dobla en forma de ámbar. Y las pantorrillas se amplían en su viaje por rodillas articuladas, por piernas inflamándose en su acero. Ojos grandes, pechos generosos, afilado mentón. Es una presencia que ejerce tracción hacia el núcleo: mis ojos vuelan hacia un centro geométrico donde estalla la brújula, como cuando estalla el placer. Luego ella avanza hacia mí como cuando avanza la radiación.

¿ELLA? Dos finísimos trazos y uno breve. La piel brillante. Como brillante es la punta de su pincel derramando carneros degollados, mesas, sillas y comedores sin presencia humana. Eran los noventa y –después lo supe– había estado mirando cuadros en Europa y Norteamérica, había estudiado a los artesanos del Colca, había hecho correr hebras de alpaca por el convento de Santa Catalina hasta envolverlo en su fibra. La conocí en un bar, no le quise hablar (el misterio es la mitad de la belleza). Siempre fue la chica más bella de la ciudad. Inalcanzablemente feroz. Era nuestra enfermedad.

LA ENFERMEDAD DE VENUS: Era 2002 y era otro bar. Le extendí una cerveza. Bebe, le dije. Quiero ser boca fresca, agua mansa, a veces solo ritmo, dije. La brisa extrae el néctar del amanecer. Por la boca del volcán asoma el sol más rojo. ¿Clavemos un punto fijo?, preguntó. Ese punto sigue siendo el centro de rotación de los planetas.

LA LLAMA DOBLE: El fuego original y primordial, la sexualidad, levanta la llama roja del erotismo y éste, a su vez, sostiene y alza otra llama, azul y trémula: la del amor. Erotismo y amor: la llama doble de la vida (O. Paz).

A VELOCIDAD LUZ: Dripping, puntillismo, collage. Tonos transparentes vía pigmentos diluidos en agua, aglutinados con goma arábiga y miel. Barnices, capas y veladuras en claroscuros detallados gracias a la translucidez de la acuarela. Así era su taller el 2004. Yo tenía una novela inédita, ella una cámara digital. Era uno de esos clásicos días en los que el sol de la campiña caía a plomo. Entonces me precipitó y me disparó 70 veces desde la boca del volcán. 

MUSEOS WAL-MART: En un arte que se mueve por impulsos dialécticos entre dos polos (la anhelada autonomía y su caída en el imperio de la vida), Bürger propone un historicismo que explique las neovanguardias y Danto una reinterpretación constante como generador de diferentes narrativas. En ambos, la idea es sostener la reactualización del ready-made. Lo cual en modo alguno supone que el Arte Contemporáneo convierta la basura en arte: colchones, tiburones, botellas, zapatos, cintas, caramelos, adoquines, videos, cacerolas, manchas, ruidos, cadáveres, neones y otros mingitorios post Duchamp no son arte per-se, tornando por lo menos discutible (y con alguna frecuencia intragable) lo de Kuitca, Orozco, Minujin, Koons, Chapman, Prince, Gréaud, Hirst y siguen firmas. Pero si todo eso califica por transustantación curatorial, declaremos a Wal-Mart el museo de arte contemporáneo más grande del mundo. Pero felizmente…

EN EL CAOS NO HAY ERROR: La conquista de la libertad intelectual se cimenta en una multiplicidad de influencias y su impacto gracias al juego entre las diversas comparaciones. Y esta exposición de Susana Bouroncle funciona como brillante muestra de eso: superposiciones de apariencia pop emulsionadas por una estética que las unifica. Hasta en su soporte curvo, collage y fotomontaje trabajan en claroscuros lichtenstenianos con una permanente presencia de la alta cultura: la delicada violencia del cine negro, del expresionismo alemán, de ese fraseo romántico-fatalista tributario de la poesía hiperrealista francesa de los años 30, de ese neorrealismo italiano de los años 40. Y, claro, la aclimatación latinoamericana del pop en su desembarco en el porteño Di Tella. Y en su empalme peruano: de Aprijaskis y Mariotti al pop achorado de Huayco. Todo trabajado en clave underground dark, en los batcavers de Soho, en los oscuros ochentas del new wave (darkwave). En el gótico y su imaginería alemana grufti. En Shepard Fairey y Banksy construyendo el comic y animando el anime.

EN OLEO, LIENZO, CARTÓN Y TRUPÁN: Ritmo por repetición, saturación del tono, exaltación de las formas por contraste, claroscurización intensificada por el color, formas siluetadas por simplificación. Y entonces el hombre que cae invade la perspectiva de la mano forzada. Energía, acción, velocidad. Huellas dactilares pausando planos eclipsados por siluetas negras. Y el hombre con su alegre pesimismo, dueño de la negra incertidumbre del futuro, flagelado en su trayectoria, ensaya diferentes desplomes por espacios repletos de vacío en los que nunca termina/o de caer.

NO ES ROJO, ES SANGRE: Si la poesía es la pintura que se mueve y la música que piensa, la dimensión pictórica de Susana Bouroncle es esa fuerza que sale del volcán y se derrama en la perspectiva irradiando sustancia. Y luego todo es rojo, como la belleza cuando recibe un flechazo.

POR ESO Y MÁS: Gracias Susana: con toda esta miseria has construido este cielo.


foto: CARETAS (Exploración del eros)

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